El masaje con piedras se conoce desde la antigüedad. Pueblos como los aborígenes norteamericanos, los hawaianos o los habitantes del Himalaya han utilizado esta forma de masaje por sus profundos efectos terapéuticos y relajantes.
Las piedras calientes producen un potente efecto sobre la circulación
sanguínea, los músculos, la piel, el sistema nervioso y el sistema metabólico. Por
ese motivo hoy es una de las formas de masaje más utilizadas en su vertiente terapéutica
como estética.
Zonas de aplicación y efectos del masaje con piedras
calientes
El masaje con piedras calientes tiene amplias posibilidades
de aplicación con una gran variedad de efectos. Consistentes en la activación de
las funciones corporales ya que no existe casi ninguna zona en el organismo que
no se beneficie de sus resultados.
Los efectos más importantes son los siguientes:
- Mejora la irrigación
- Favorece la circulación de los líquidos linfáticos
- Mejora el metabolismo de los tejidos
- Ayuda a depurar y evacuar las grasas
- Ayuda en caso de problemas en las articulaciones y en la espalda.
- Tiene una función relajante en caso de estrés
- Alivia el estado de tensión causados por el estrés y sus efectos (dolores de cabeza, insomnio, problemas de digestión)
- Fortalece el sistema inmunitario
- El masaje con piedras calientes hace que se disuelvan los bloqueos en los planos espirituales y mental gracias a la relajación profunda que genera haciendo que se reduzcan los signos que causan el estres en el cuerpo.
Se combinan muy bien con técnicas de masajes sedativos o de
relax, Reiki, Aromaterapia etc.
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