El masaje descontracturante es uno de los más solicitados a la
hora de obtener un confortable momento de relax y alivio de las tensiones a las
que a diario es sometido nuestro cuerpo.
Ya sea para calmar un dolor o
simplemente para relajarnos y mimarnos lo más recomendable es un buen masaje
que nos permita recobrar el estado de relajación y armonía natural de nuestro
ser... se los puede complementar con Reiki, Reflexoterapia y otras técnicas de
masajes como Esferas Chinas y Masajes con piedras…
Entre los efectos del masaje podemos encontrar los psicológicos y
los mecánicos:
Entre los psicológicos: no debemos olvidar que los bloqueos físicos
tienen su origen en problemas emocionales y que a veces al desaparecer la manifestación
externa queda al descubierto la causa. Algunos tratamientos a base de masajes
han dado lugar a cambios, no solo físicos, sino también psíquicos. La liberación
de tensiones a través del masaje recibido de manera regular, hace posible que
quien reciba los masajes supere problemas emocionales con raíces viejas, porque
el masaje estimula en él la creación de una renovada energía que le hace
posible el afrontar de manera diferente el problema. Por supuesto al
desaparecer la causa desaparece el efecto. La persona comienza por mejorar físicamente,
lo que le permite llegar a solucionar su problema emocional y así elimina su
dolencia de origen no físico. Además, los masajes estimulan la creación de
endorfinas en el cerebro, merced a lo cual, el paciente se encuentra más
animado sin tener que recurrir al uso de otros estimulantes. Así mismo aumenta
su capacidad de autoestima y se alivia la fatiga física y mental.
Los efectos mecánicos van a producirse sobre:
- LA PIEL: El primer efecto sobre
la piel es de limpieza. Las fricciones y
otras manipulaciones utilizadas durante el masaje ayudan a la liberación de
células muertas y a la secreción de las glándulas sudoríparas y sebáceas
superficiales. También en el nivel cutáneo, el masaje ayuda a activar canales
energéticos superficiales, descritos como metámeras y meridianos de acupuntura,
con lo que todo el organismo resulta beneficiado. Igualmente, se actúa sobre
los conductos secretores, haciendo que se vacíen y evitando obstrucciones, que
podrían dar lugar a abscesos, quistes, etc. Otra de las particularidades del
masaje es que hace aumentar la temperatura corporal en 2° ó 3° C, lo que es beneficioso
cuando existen trastornos circulatorios, neurovegetativos, etc.
- EL TEJIDO ADIPOSO: Algunas técnicas
de masaje están encaminadas a la disminución de los cúmulos adiposos, o de
naturaleza grasa, aunque no sea posible su total eliminación. No obstante, la
intensificación de la actividad circulatoria y metabólica local y el aumento
del flujo sanguíneo (hiperemia) favorecen la reabsorción del tejido graso.
- LOS ÓRGANOS INTERNOS: El masaje hace que se elastifiquen los
ligamentos de sostén y las fascias, lo que da lugar a la relajación de los
víscero-espasmos o tics. Su acción sobre las vísceras huecas, en especial las
del aparato digestivo, es considerable. Ayuda en su vaciado, repercutiendo en
el incremento de la función peristáltica.
- EL METABOLISMO: Después de un
masaje, el metabolismo se estimula, aumentando la filtración renal y la cantidad
de orina. Repercute también en la expulsión de fósforo inorgánico, nitrógeno y
cloruro sódico.
- LOS MÚSCULOS:El masaje muscular refuerza la
circulación, incrementando los intercambios nutritivos, el tono muscular y la contractilidad. Al elevarse la temperatura y acelerarse las reacciones químicas,
se producen en el tejido muscular intercambios nutritivos y químicos. La
mejoría nutritiva potencia la capacidad de acortamiento de un músculo o contractilidad
en respuesta a un estímulo adecuado. Las presiones que se ejercen sobre los
músculos potencian considerablemente su circulación y hacen que el sistema
venoso y el linfático se vacíen con facilidad, conduciéndose los productos de
desecho por las vías naturales de eliminación. La afluencia de sangre arterial
nueva lleva al músculo mayor riqueza de elementos nutritivos. Las percusiones,
fricciones y vibraciones producen contracciones en el músculo, propiciando su
desarrollo e impidiendo o disminuyendo las atrofias. El masaje muscular es muy
importante para el deportista. Antes del esfuerzo físico, como calentamiento y
aplicándolo principalmente a los músculos que intervienen en el ejercicio que
se va a realizar, garantiza pleno rendimiento muscular y mayor resistencia.
Después del esfuerzo, ayudará a la eliminación de sustancias de desecho que,
con la actividad, inundan las fibras musculares.
- LAS ARTICULACIONES: El masaje
influye en las articulaciones y en los tejidos que las rodean. La acción
mecánica directa permite la absorción gradual de los exudados articulares. Este
material, rico en proteínas, se deposita en los tejidos o en una cavidad articular
dando lugar a inflamaciones. La acción sobre la absorción y la circulación
explica la eficacia del masaje para disolver adherencias articulares en la
parte interna y externa de la articulación. Las lesiones de estas zonas se
deben, en algunos casos, a una deficiencia articular y, en otros, a lesiones
del músculo o músculos que se encargan de la movilidad de dicha articulación.
Dentro de éstas, conviene distinguir entre las producidas por adherencias, que
impiden el movimiento total, o rigidez articular, y las producidas por
fijación de las superficies articulares o anquilosis. El masaje está indicado
en las primeras.Como ya hemos visto, el masaje
aumenta la temperatura corporal, favorece la reabsorción de líquidos, la
circulación y el intercambio nutritivo. Todo ello impide la formación de micro
adherencias, que limitarían el movimiento normal de la articulación.
- LOS SISTEMAS CIRCULATORIO Y
LINFÁTICO: Los capilares periféricos son los primeros, dentro del aparato
circulatorio, que reciben la influencia del masaje. Dependiendo de la manipulación
que se realice, varía el efecto que se produce sobre ellos. Las percusiones
darán lugar a una isquemia o ausencia de aporte circulatorio, seguida de una
hiperemia o aumento de aporte sanguíneo. Los roces y fricciones producen el
mismo efecto pero con mayor rapidez, provocando el enrojecimiento de la zona.
El aumento de presión en las venas favorece la eliminación de sustancias de
desecho en la zona masajeada. Los vasos linfáticos del nivel cutáneo son estimulados
por el masaje, acelerándose el drenaje y la circulación linfática.Aunque la localización de las
arterias es profunda y no se puede actuar directamente sobre ellas, la
circulación arterial se beneficia a través de las masas musculares por vía
refleja, En pacientes afectados de isquemia en las extremidades inferiores, se
comprueba el efecto positivo del masaje sobre la circulación arterial cuando,
al cabo de algunas sesiones, mejora la temperatura y el color de la piel.
- EL TEJIDO ÓSEO:Tampoco los huesos pueden
masajearse directamente, no obstante, se benefician del masaje por vía refleja.
Al mejorar la circulación sanguínea y linfática, la nutrición y el metabolismo
de los tejidos adyacentes, se favorece la actividad ósea.
- EL SISTEMA NERVIOSO El aumento
del flujo sanguíneo y de la regeneración celular producido por el masaje,
repercute positivamente en la nutrición de los nervios periféricos. El masaje
tiene efecto anestésico sobre las terminaciones nerviosas, sanguíneo, y excitante
sobre los nervios ganglionares. Este estímulo, al alcanzar al sistema nervioso
en su totalidad, da lugar a una hiperactividad de las funciones que de él
dependen. Al masajear sobre un nervio motor, se provoca la contracción del
músculo; al hacerlo sobre un nervio sensitivo, disminuye su irritabilidad; y,
si es sobre un nervio secretorio, aumenta la actividad secretora del órgano que
inerva. Cuando se masajea gran parte de la superficie corporal, se produce una
sensación de bienestar, al actuar el masaje como tónico y sedante.
Aunque como técnica terapéutica el
masaje es casi siempre benéfico, en determinadas circunstancias está
contraindicado por su efecto vasodilatador.No debe darse un masaje en caso
de: Inflamación aguda, infecciones, enfermedades de la piel, hemorragias,
ulceras, quemaduras, fracturas y fisuras de huesos…
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